En este pasado Octubre que estuve en la ciudad de Puebla para, junto con la Secretaría de Turismo, inaugurar una exposición fotográfica en el «Teatro de la Ciudad» de esa Capital me vino a la memoria un tío político que por muchos años radicó en aquella ciudad:
El Licenciado Apuleyo Vivas Pinzón.
(una de las características que llamaban particularmente mi atención: su quisquillosa puntualidad).
Siendo niño (finales de los 50) viajábamos a menudo mis padres y yo a la originalmente llamada Ciudad de los Ángeles (Puebla) aprovechando para visitar a una de las hermanas de mi madre (Alicia Martínez Cid de León) casada con el mencionado tío Apuleyo cuyo domicilio (en aquel momento de reciente construcción) se ubicaba en la Calle de Teziutlán (entonces incipiente) Colonia «La Paz».
Como sólo eran ellos dos no tenían una casa grande, pero lo suficientemente espaciosa para dar alojamiento a los parientes que llegábamos de fuera. Los muebles de las recámaras destacaban por su tallado artístico en madera de ébano. Los de su despacho por ser («pesados y metálicos hechos casi 100% de acero») de la marca «DM Nacional».
En el jardín había rosales y su perro, un «pastor alemán», vigilaba la casa desde el patio de abajo.
El tío Apuleyo se desempeñaba como «Notario» en la vecina población de Atlixco,
en aquel tiempo algo retirada de la Ciudad.
Anteriormente he resaltado la formalidad de mi padre que decía:
“ni cinco minutos después pero tampoco cinco antes” (la mayoría de mis hermanos heredamos esa cualidad)
¡Aaaaaahhhhhh pero nuestro tío Apuleyo era (para mi) exagerado no sólo en el renglón de «la asiduidad «,
sino también en cuanto a horarios y menú de cada alimento, así como de sus esparcimientos:
Gustaba de asistir los miércoles a la función de las 16:00 a las 19:30hrs. en el «Cine Variedades» (Av. Reforma)
y los sábados al «Cine Colonial» (actualmente deteriorado, pero abierto al público) en la Ave. 2 Pte.
Siempre en la misma fila, misma butaca, exhibieran la película que presentaran y abandonando «la Sala» a las 20:00hrs hubiera o no terminado el filme.
-“Es hora de irnos” decía…
(no importaba que estuviera a minutos de acabarse la película)
Mi papá me contó que fue estando el tío al frente del Registro Civil en Tepeaca, Puebla cuando ellos contrajeron «Matrimonio Civil» en aquella población.
Para la «Cena de Noche Vieja» los 31 de diciembre en San Andrés Chalchicomula, Puebla (casa de los tíos Cano Ruiz) acudíamos, como escribí recientemente, mi mamá, sus hermanos y respectivas familias. Desde luego estaban incluidos los tíos Alicia y Apuleyo quienes llegaban en su auto con la gran cajuela repleta de regalos destinados y dedicados, en sendas tarjetitas, a cada uno de los integrantes de aquella numerosa y enorme parentela.
Todos recibíamos (el «1ero. de Año») los presentes con alegría pero, desde luego,
¡los más emocionados éramos los niños!
Después del consabido «recalentado»,
era a las 16:00hrs. que el tío Apuleyo anunciaba:
-«Alicia es hora de regresarnos a Puebla»
(y pasara lo que pasara, le pesara a quien le pesara los tíos Alicia y Apuleyo emprendían la retirada)
«Genio y figura» el tío Apuleyo…
(con nombre de «novela» de Juan Rulfo como comentara más de uno)
¡Tan especial, pero tan afectivo!
¡DON APULEYO VIVAS PINZÓN (qepd)!
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*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.