Fue en un salón de “SECTUR” (“Secretaría de Turismo”) en las calles de Masaryk y Hegel cuando una mañana de 1993, nos convocaron bajo la coordinación de la Arq. Valeria Prieto, a los destinos participantes en el “Programa Turístico Federal”/“Ciudades Coloniales”. Quedamos sentados juntos en una mesa “tipo rusa” es decir (“formando un cuadrado, dejando en medio un espacio libre”) los Estados de México y Veracruz, representados respectivamente por la Mtra. Bertha Teresa Abraham Jalil y por mí.
Recuerdo y he relatado la anécdota que al darme su nombre le comenté en son de broma:
-“De seguro descendiente de algún País Asiático”
a lo que me atajó entre risas
-“¡Nooo, de Líbano!
De ahí surgió una linda amistad de tres décadas…
Ambos como responsables del Turismo de nuestros Estados trabajamos ese “plan” (de “Ciudades Coloniales”) y creamos “El Programa Ruta de Cortés” que tuvo mucho éxito ya que más que haber sido un “recorrido” es todo un concepto turístico, obteniendo como especifiqué excelentes resultados sobre todo en España.
¡Todavía a la fecha hay “operadores” que lo siguen comercializando internacionalmente!
Bertha Teresa además de “Directora General de Turismo del Estado de México”, tuvo una larga y fructífera carrera como Maestra en “Historia del Arte” por la UNAM, Museóloga, Profesora-Investigadora, Capacitadora, Cronista de Arte y Promotora Cultural. Escribió varios libros, estuve en “la presentación” de algunos de ellos.
Perfeccionista y detallista por naturaleza, todo tenía que salir “Al pie de la Letra”.
¡Conocí muchas personalidades en las reuniones a las que tuvo a bien invitarme, tanto del mundo de las Letras como el de la Historia!
En una ocasión me presentó un Sacerdote muy, muy especial quien había tenido el privilegio de conocer a la Madre (hoy Santa) “Teresa de Calcuta” y con el que entablé amistad, pero ahora la dedicatoria es para mi amiga Bertha Teresa que (ayer martes) se adelantó en el “Camino” a través del cual todos irremediablemente “Gastaremos Zapatos”.
De origen libanés sus papás siempre cariñosos conmigo, así como algunos de sus hermanos a los que tuve oportunidad de tratar. Con Bertha convivimos en varias ocasiones mi esposa e hijos cuando éstos eran pequeños, invitados a una casa que tienen en Valle de Bravo.
En una de nuestras charlas me relató que su padre donó a una orden religiosas los terrenos donde se construyó una “Casa de Oración”, reflexión y retiro llamada “Maranatha” que significa “el Señor viene”.
También me comentó sobre la mercería “La Violeta”. Referente icónico en el “Centro Histórico de Toluca”, una joya arquitectónica del “Art Deco”, el establecimiento que por cinco generaciones perteneció a la familia Abraham.
¡Cómo olvidar el exquisito y muy fuerte “café árabe” que me preparaba en su casa y un poco menos cargado en su oficina!
Entre otras distinciones el Consejo Directivo del “Centro Libanés” le otorgó un reconocimiento por su “…destacado desempeño en los ámbitos cultural e intelectual conservando y enalteciendo el orgullo de sus raíces libanesas” …Una gran alegría ver cómo importantes empresarios de México descendientes de familias de “El país de los cedros”, apreciaban y aplaudían a mi amiga en el “Club Libanés” de Insurgentes Sur.
Bertha siempre valorada por todo lo logrado en su productiva carrera. Un alma que sabía y entendía el significado y valor de la amistad.
En el 2007 Bertha me participó de la develación de el “Monumento” al “Emigrante Libanés” en el Puerto de Veracruz. Ese día estuve rodeados de varios y buenos amigos libaneses, yo tenía muy grabada la cita: «Quien no tenga un amigo libanés, que lo busque», Palabras del Lic. Adolfo López Mateos Presidente de México (1958-1964). Hermosa frase en la inauguración de “El Centro Libanés” en la Cd. de Méx. ¡Afortunadamente cuento con varios de ellos!.
En ese malecón en otra visita que hiciera Bertha a Veracruz, me dijo con lágrimas en los ojos y señalándome con su dedo el mar:
-“Luis Eduardo” por ahí llegaron mis ancestros en un barco. Familias que se unieron y aventuraron a lo desconocido y este País las acogió. Hoy me siento profunda y orgullosamente mexicana”.
¡Me lo decía plenamente emocionada!
¡Descansa en Paz querida Amiga
Bertha Teresa Abraham Jalil!