El lunes 25 de septiembre del pasado 2023 nuestro sobrino Luis Arturo nos dedicó el día para llevarnos en su auto a conocer un lugar “especial” cerca de Gandía. Así que temprano “nos hicimos a la carretera” con dirección a “ALTEA” (mencionada en otro de mis escritos y conocida también como “La Cúpula del Mediterráneo”).
Ya Luis Arturo me había hablado mucho al respecto comentándome que era un lugar, aparte de turístico, famoso por su intenso movimiento artístico.
“…Situado en la comarca privilegiada de la “Villa Blanca de Altea” está el “Palau (Palacio) de Altea” dotado con las mejores e innovadoras instalaciones y con capacidad para cerca de 1000 personas…”
¡Como ya se habían acabado las vacaciones y regresado a sus labores los turistas de habla castellana, casi no escuchábamos por sus calles hablar nuestro idioma; aparte de también observar poca afluencia de extranjeros visitantes o aquéllos (con recursos y la mayoría “retirados”) que se asentaron en esa privilegiada zona dispuestos a disfrutar del buen clima y la rica gastronomía valenciana!. Hay un número tan importante de rusos, que transitando por la “autopista” se puede ver la primera Iglesia Ortodoxa Rusa de España llamada “Arcángel Miguel”, (réplica de dicho “Templo” en aquel País).
Atractivas residencias enclavadas en la montaña cuyos propietarios, como mencioné, disfrutan de las bondades de esta “Costa de Levante”.
Como Altea también dispone de plazas de aparcamiento gratuitas en la calle, Luis Arturo estacionó el auto para empezar a “Gastar Zapatos” adentrándonos por sus calles en cuesta estrechas, empedradas todas pintadas de blanco (de ahí el nombre antes mencionado de “Villa Blanca”). Sus casas pintorescas la mayoría adornadas con flores resaltando sus ventanas, balcones y puertas muy al estilo Mediterráneo.
Llegamos a una pequeña plaza (“Plaza del Ayuntamiento”) localizada en el centro comercial de la población. Bares y restaurantes con mesas y sombrillas, así como los negocios que la circundan son su principal atractivo; en uno de ésos nos sentamos y cada quien pidió una bebida refrescante, alguien quiso la típica “horchata valenciana”.
Justo al lado se encuentra la “Parroquia de Nuestra Señora del Consuelo” conocida por sus cúpulas azules que destacan sobre la población de casas blancas.
Seguimos bajando a la vez que observábamos un sinnúmero de tiendas de recuerdos “souvenir” comprando una de nuestras dos hormigas de alambre. Así entre callejuelas fuimos “Gastando Zapatos” terminando por subir todo lo que habíamos bajado.
¡…”Alguna callejuela tenía figuras en piedra que conserva el trazado musulmán…!”
Ya con hambre regresamos al estacionamiento para dirigirnos a una “cala/“bahía” muy bonita llamada “Baladrar”, al Restaurante “Olalá” bajo los árboles y con una bella vista al “Gran Mar”. Ahí saboreamos como entrantes “unos mejillones al vino”, “pan con alioli”, “croquetas de bacalao, “vino blanco valenciano” (Gandía) muy fresco. Luego llegó el “arroz de senyoret” (“de señorito”).
¡Estaban otros comensales que se distinguían por ser extranjeros, pero familiarizados con el sitio y la gastronomía!
Pudimos contemplar el “Peñón de IFach” (en valenciano, “Penyal d’Ifac”), “…punto de referencia fundamental para la navegación, dado que es visible desde grandes distancias…”. Espacio natural protegido característico de la Región.
¡Qué rico espacio,
Qué rica comida,
Qué rico momento…
Gracias Luis Arturo!
“…Altea es un pueblo hermoso y único en la “Costa Blanca”. Tiene un puerto deportivo vibrante y un amplio paseo adoquinado…”
Carmen Vara