Voy a hacer una reflexión sobre la costumbre de ser de los pocos niños que vistiera “pantalones cortos” hasta terminar la primaria en 1966 (varias veces mencionado en mis escritos).
Influyó la ascendencia española paterna ya que:
“…históricamente en Europa y algunos países de América únicamente los niños menores se ponían pantalón corto hasta (en el caso de mi familia) llegar a la adolescencia…”
Elaborados, entre otros géneros, de “dril” tela entonces “en boga” similar a la “mezclilla” utilizada por su firmeza y resistencia al calor (ya que era de algodón), además de al desgarre de la prenda por cualquier actividad.
Los domingos o “días de fiesta” usaba los de “casimir” de colores azul marino y tonalidades de gris.
Ya he mencionado que utilizaba los pantalones que mis hermanos dejaban en “buen estado”, aunque reconozco que hubo ocasiones en que mi mamá me compró pantalones largos pppeeerrrooo antes de estrenarlos “les metía tijera” para que siguiera con las “canillas al aire” Ja!!
…¡Imagínense los jóvenes de hoy esas costumbres!
Me vienen a la mente algunas “modas” actualmente en desuso por citar:
“las polainas cortas” que fue una indumentaria típica de ciertos estratos en el siglo XIX e inicios del siglo XX; en tales casos (cubriendo la bocamanga del pantalón y el empeine del calzado) más que cumplir con la función de abrigo cumplían con una función de adorno simbólico, como en cierto modo los “sombreros chistera”…”
Caben mencionar inclusive otros estilos “que se han vuelto a poner en la palestra”: “Velos”, “Mantillas” y “Mantones”.
Hasta hace pocas décadas era una práctica obligatoria para las mujeres católicas, que al asistir a “Misa” los domingos (en idioma latín y algunos años posteriores) se cubrieran la cabeza con “Velo” o “Mantilla”. Al dejar de ser prescrito su uso casi indispensable, esos “tocados” quedaron (en aquella época) como una “venerable tradición”.
La “Mantilla española”:
“…una pieza de encaje con la que se adorna el cabello en momentos religiosos o festivos; recogida según la ocasión con “peines”, “tiaras”, “horquillas”, “coronas” o la clásica “peineta” antiguamente de “nácar” o “carey”. (“…debido a que hoy en día las tortugas se encuentran en peligro de extinción, está prohibido utilizar este último material para su fabricación…”)
Era en las verbenas (en Córdoba la de “Covadonga”) cuando sacaban las mujeres a lucir sus “Mantones” “…lienzo cuadrado de seda decorado en colores vivos con flores, pájaros o fantasías, y rematado en todo su perímetro por flecos. De origen chino, se hizo muy popular durante el siglo XVIII en España e Hispanoamérica como complemento a modo de ornamento del vestuario femenino…”.
-“¿Dónde vas con mantón de Manila?”
-“¿Dónde vas con “vestido chinés”?”
“…La zarzuela de “La Verbena de la Paloma”, “…finales del siglo XIX…”
Algunas jóvenes de mi natal Córdoba, Veracruz al cumplir 15 años usaban “Mantilla” en su “Misa de Acción de Gracias”. Así mismo varias novias, también en estas Regiones, lucían como parte de su “ajuar”: “Velos” y “Mantillas” algunas de “encajes granadinos” otras “amantillados bordados a mano” muy femeninos y elegantes.
“…El “Velo” y la “Mantilla” regresan con fuerza a las pasarelas de los grandes diseñadores de la moda nupcial colocándose como el aditamento perfecto para las “prometidas”…”
¡Yo viví hace más de 60 años esas costumbres. Quedan, como testigos mudos, las fotos en blanco y negro o las películas en 8mm o 16 mm!.
Recuerdo que era en alguna festividad del “Casino Español” a la que asistía, cuando me encontraba con otros niños en “pantalón corto” igual que yo. Con el tiempo entendí que el vestir diferente a la mayoría en vez de desagradarme me dio seguridad.
“Cuando estés realmente cómodo en tu propia piel, no le gustarás a todo el mundo, pero no te importará en absoluto”
¡El tiempo pasó y al correr de los años cambiaron, en este caso particular, “las tradiciones memorizadas y transmitidas desde generaciones.. “!
¡Ahhh pero cómo recuerdo aquellos mis pantalones cortos , de la niñez!
“No sigo los pasos de los demás, escucho a mi corazón”