Quién ha estado en las playas del Puerto de Veracruz, así como en las costas aledañas ha escuchado y visto a algún vendedor jarocho con su canasta o charola ofreciendo los típicos:
¡volovanes! …otros agregan:
¡volovaneee de camarónnn!
Los hay además de jamón con queso, los hay de atún, etc. También los hay dulces: rellenos de fruta, de manjar y más!!
¡Son una “delicia”!
Así mismo “los volovanes” o “milhojas francés” se pueden comprar en las esquinas de las calles o entradas de alguna institución y como comenté no solo en el Puerto sino en ciudades del Barlovento o del Sotavento.
¡Mmmm riquísimo!
¡Xalapa no es la excepción; cuando voy a consulta con mi doctora pasa por la banqueta un joven con su canasta ofreciéndolos (por cierto muy buenos), aunque tiene que ser discretamente porque es uno de los muchos “antojos” que se contraponen con la dieta que debo seguir!
¡Upssss!
Cuenta la leyenda urbana que:
“…fue en Francia cuando el “chef repostero” Carême horneando unos “pastelillos de hojaldre”, al colocarlos cerca de una ventana para enfriarlos y ver que empezaban a volar a causa del viento sorprendido exclamó:
“Vol au vent”
…que significa: “Volaron al viento”…”
¡A la gente le hacía gracia esa expresión!
A partir de ahí llamaron a este bizcocho:
“VOL AU VENT”
En el Puerto de Veracruz durante la “Intervención Francesa” los veracruzanos adoptaron algunos platillos de los cocineros procedentes de aquel País Galo y …ahhh al antes narrado “Vol Au vent” no solo lo tomaron sino tropicalizaron y castellanizaron nombrándole: “Volován”
…convirtiéndolo en un clásico bocadillo de esta región del Golfo de México, como sucedió en el Estado de Hidalgo con “los Pastes”(del anglo “pasty”) introducidos por los Ingleses.
¡”Asu”! pero qué deleite de volovanes los que vuelan de las canastas cuando aparecen a su venta…
¡“VOLO VOLO VOLOVANESSSS”!
¡“PÍDELOS NO TE QUEDES SIN PROBARLOS”!
“En el mar la vida es más sobrosa y más con un volován de Veracruz en la boca”
“Qué culpa tengo yo que no seas de Veracru uh, uh, uh, uz…
…Aquí hay volovanes con su “coquita” que no puedes probar tú uh, uh, uh, uh…”