Después de que muchos contemporáneos respondieron con comentarios sobre
“el trenecito del chocolate expréss”, seguiré con ferrocarril,
Ahora me referiré a aquel ferrocarril que hacía alusión mi hermano Marco Antonio ese tren recibió el nombre de “El Mexicano” ferrocarril que corría del Puerto de Veracruz a la capital del País y viceversa.
Construído por la Ingeniería Inglesa a finales de los 1800’s, también había otra alternativa pasando por Xalapa, “El Jarocho”, me abocaré al que pasaba por Córdoba y puntos intermedios, cruzando en lo que eran las orillas de aquellas Lomas de Huilango todavía hasta los años sesentas (hoy divide la ciudad).
Existían dos versiones la diurna y la nocturna.
Empezaré por la primera …
” All aboard” se escuchaba en las caricaturas o películas.
“todos a bordo” y partía “El Mexicano” de los andenes de aquella estación tan linda ahí en la Plaza de la República a un costado de los muelles del puerto de Veracruz que ha sido locación de infinidad de películas, de vídeos y comerciales a lo largo de los años. En esa estación donde un sin número de emigrantes emprendieron sus nuevas vidas en nuestro país una vez desembarcaban de los trasatlánticos en Veracruz, subían a esos vagones; he escuchado muchísimas historias de españoles, libaneses, judíos al tomar ese tren con rumbo a “no sé dónde”, a lo desconocido, estos últimos llegaban más orientados, de que a la brevedad debieran de tomar ese tren con la mira a la Ciudad de México, los primeros subían al tren e Iban quedándose en el camino y en los segundos existió un famoso libanés que vivía en Veracruz y les orientaba en qué ciudad habían con el apellido en ese lugar del país y mientras subía al ferrocarril, le daba posada y alimentos. Algunos ni tomaron el tren y quedaron en el mismo puerto y ahí fincaron su nueva vida, pero aquellos que si, curiosamente subían al diurno, del Mexicano.
Este tren que pasaba a Soedad de Doblado, Camarón ( deformación de Camerun ), Pasó del Macho, Paraje, Potrero, Peñuela, y hacia parada en Córdoba, ahí, algunas veces lo esperábamos mi mamá con varios de mis hermanos, yo el más pequeño de la mano de ella, mi padre mientras estaba en el “negocio” como se le definía en aquel entonces al lugar de trabajo ó “La Automovilística” la distribuidora de autos Chrysler.
Eran días de vacaciones de escuela e íbamos a la tierra de nuestra madre.
Alguien de los hermanos mayores era el encargado de adquirir los boletos (billetes) del tren, subíamos con muchas maletas pero eran más las ilusiones que cargábamos por ver a los familiares, cada uno de nosotros tenía un primo contemporáneo en San Andrés Chalchicomula, los míos eran Coca y Carmelita con quien jugaría de niño.
Escuchaba “puritos de Córdoba”, mientras subíamos y nos acomodábamos en el vagón, muy cómodo por cierto y encontrábamos nuestro lugar ya estábamos haciendo parada en Fortín donde abajo estaban los vendedores ofreciendo y gritando ” gardenias ” o “flores”, motivo por el que complementaba el nombre a Fortín de las Flores, de ahí la mole de fierro emprendía un bello recorrido para transitar por la barranca de Metlac pasando por un puente que inmortalizara el famoso pintor paisajista José María Velasco, así también atravesaba por 9 túneles que para nosotros los niños nos causaba cualquier sensación, entre misterio y emoción, en el transcurso pasaba el “Conductor”
Todo un personaje, ahí se presentaba para pedir los boletos (estos de tamaño parecido a los de metro ), muy serio, bien presentado con su corbata y traje, en ninguna estación permitía que subieran los vendedores, ya verán porque. Orizabaaaaa, llegada a uno de los puntos importantes de los ferrocarrileros, uno porque ahí se encontraban la delegación del Sindicato y técnicamente ahí se unían al convoy máquinas para poder emprender la subida de las cumbres de Maltrata, el número de máquinas dependía de lo largo y pesado de los vagones.
Ahí los vendedores ofrecían:
“Marchante(a) quiere pollo?, enchiladas?, tortas ? … Refrescos ? , siempre se escuchaba de allá abajo…
Lógico aquí la parada duraba más por los movimientos en máquinas y vías …
… A bordoooo y yo que apenas me dejaban asomar por la ventana alcanzaba a ver al final en el “cabus” que hacían señales con una lámpara de ferrocarril ( tengo una de ellas por un regalo de mi hermano Pepe ) y el maquinista dejaba sonar el silbido con el escape de vapor, Años más tarde sería con eléctricas.
Siguientes Paradas en Río Blanco, Nogales, Santa Rosa (hoy Ciudad Mendoza) en cada una se veía a los vendedores con sus cubetas y canastas de tacos, refrescos y cervezas de la región (la Sol en aquel entonces solo se embotellaba en Orizaba) así como la fruta de la temporada, pero siempre allá abajo, pero es que el conductor ya había cambiado de indumentaria y arriba él era el que pasaba ofreciendo, refreeeescos, cervezassss, toooooortas, Saaaándwiches.
Que folclor ! Y llegamos a la estación de Maltrata inicio de las cumbres, ahí era famoso por sus aguacates locales los que puedes comer con todo y cáscara y de un sabor muy diferente y muy rico, ahí se escuchaba “pulque”.
Subir y alcanzar esa cumbre en tan solo 11 kilómetros, mi padre siempre significaba la obra de ingeniería de aquellos años para poder subir fierro contra fierro ( ruedas y vías ) y con la fricción lograr el cometido !
En esta etapa del recorrido aparecía aquel conductor con otra indumentaria y entonces ofrecía : dulces, chocolates, mazapanes, gomitas, chicles.
Pasando Boca del Monte había cambiaba de clima, casi siempre aparecía la neblina, ya estábamos en tierras arribeñas ! Ahí aprox. a más de 2,400 msnm…
La máquina silbaba a todo, diciéndole a todo aquel que lo escuchaba ( abajo o abordo ) que “El Mexicano ” venció una vez más la adversidad de la naturaleza !Esperanzaaaaa ! ( hasta hace muy poco me enteré por mi cuñado Oscar que se llama La Esperanza ) ahhh y un amigo que ahora trabaja con turistas en este lugar, Fermín que también le dice “La”. Fuera de ellos por más de 50 años nunca lo escuché …
Pues hemos arribado a un pequeño poblado pero importantísimo ( no sé si más o igual ) en lo que competía al tema de Ferrocarriles, lugar donde nació aquel cronista de Fútbol Ángel Fernández, quien le dio un giro en la narración de los partidos , para unos muy elogiado y para otros muy odiado por su clara inclinación al equipo de Televisa “El América”. Es Esperanza que se encuentra al pie del volcán Citlaltepetl .
Marchante : enmoladas, mole, arroz con mole, tacos
En este lugar se desenganchaban las máquinas ya no necesarias, y que esperarían al ferrocarril de venida para regresarlas a los patios de Orizaba, para luego volver hacer lo mismo.
Estaciones muy bonitas, antiguas. En las ciudades importante era curioso ver unas carretas donde estaban varios cántaros con leche y pacas de hojas de plátano, supongo que en estos lugares se hacía el acopio y se embarcaban en El Mexicano con destino a México.
En Orizaba y Esperanza por el tiempo que se llevaba de movimiento de máquinas podías bajar y ver el entorno… Un México que ya no existe ! …
En lo bueno y en lo malo …
Un México que ya se nos fué.
“todos a bordo” ya en el altiplano dirigiéndose hacia la capital de México, el conductor aparece ofreciendo:
Revistas, Vanidades, Corín Tellado, cancionero Picot…
lógico se intercalaba la responsabilidad con la de Conductor.
Al ver la parada en ” Los Reyes”
venia la orden de mi madre para alistarse y preparar las maletas para la próxima estación … “Dolores” ( quien me dijera que así se llamaría la compañera de mi vida ) pues aquí había que descender , de las escaleras al piso yo sentía que me tiraba de una plataforma a la alberca, veía lejísimos el piso, no entiendo cómo podía bajar mamá a la que se le veía su carita de alegría por estar a punto de reencontrarse con su madre, sus hermanos(as ) … Con una familia muy numerosa y nosotros con quien ibas a compartir y jugar en aquellas montañas de elotes ( granos y semillas ) de los Almacenes Cano.
En la estación de Dolores recuerdo subir a un caminoncito ( pequeño bus ) con asientos y ventanas de madera por donde entraba todo el polvo que se puede uno imaginar, la estación se me hacía como unas que veía yo en las series de vaqueros del “llanero solitario” o “Hopalong Cassidy”, inundadas de polvo! yo no recuerdo de un trenecito jalado por mulas que llevaba a los pasajeros a Chalchicomula, que antecedió a ese caminoncitó.
Pues mientras subidos en aquel vehículo, el patas de fierro silbaba, yo me quería imaginar que era para despedirse de la familia Ros Martínez para continuar su viaje hasta la estación de Buenavista en la Ciudad de México para recibir al
” El Mexicano “… Así como Cachirulo decía :
” Adiós Amigos”
Ahhhh falta la versión de este pero en nocturno, éstate pendiente para la próxima con …
” El Mexicano nocturno”
uuuuuuuu uuuuuuuu
Para entonces contaré cómo se escuchaba el silbido por la noche!
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*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.