…y al continuar “Gastando Zapatos” por las calles de “Pino Suárez” veremos contra esquina del “Museo de la Ciudad de México” el “Hospital de Jesús” (Dos joyas arquitectónicas enclavadas en el “Centro Histórico de la Ciudad de México”).
Ubicado en un lugar llamado Huitzilac, que significa en náhuatl “paraje de los colibríes”, espacio ubicado a un costado de la “Calzada Prehispánica de Mexico-Ixtapallapan (o sea la actual Pino Suárez) donde se supone que Hernán Cortes y Moctezuma II se encontraron por primera vez en 1519, “Camino” que entonces conducía a Iztapalapa (Sin embargo investigaciones recientes debaten “la ocurrencia” de ese supuesto “encuentro”).
Documentándome aún más sobre el citado “Hospital” encontré, en resumen:
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“Fundado por Hernán Cortés a principios del Siglo XVI fue originalmente llamado junto con su Iglesia, como el “Hospital de la Purísima Concepción” (Aclarando que a principios de la época colonial se le nombraba popularmente “Hospital del Marqués”). Luego se conoció como “Hospital de la Limpia Concepción de Nuestra Señora”.
Se dice que después de ganar en una rifa entre hospitales “la imagen de bulto” representando a “Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas” (que se consideró milagrosa) donada aproximadamente 130 años después de su creación por Juan Manuel de Solórzano, u otra leyenda asegura que fue una paciente agradecida la indígena Petronila Jerónima quien hizo tal obsequio (repito) a la Iglesia con la que contaba el “Hospital”, que terminó por cambiárseles la advocación renombrándolos como: “Jesús Nazareno” u “Hospital de Jesús”, mismo apelativo que perdura hasta la fecha.
Según fuentes históricas Cortés ordenó que el “Sanatorio” fuera construido con la misión de atender la salud de la población más necesitada y como una “Institución Secular”; hecho que la libró siglos después, del destino de muchas otras “Instituciones Eclesiásticas” que desaparecieron durante la aprobación de las “Leyes de Reforma” promulgadas por el entonces Presidente Benito Juárez.
“El hospital de Jesús” considerado de los edificios más antiguos de la Ciudad es probable que inclusive sea “El hospital más Antiguo de América”, ya que es uno de los tres nosocomios que se inauguraron en la misma época (1524).
Igualmente se menciona que Cortés dejó varios campos de cultivo en su testamento para el beneficio de la “Institución”, falleciendo antes de que el Hospital fuera terminado.
En 1646 el Hospital fue el sitio de “la primera autopsia” realizada en el “Continente Americano”, efectuada para enseñar Anatomía a los estudiantes de medicina de la “Real y Pontificia Universidad de México”.
“En 1715, el Hospital publicó la “Regia Academia Mariana de Práctica Médica” para promover más ejercicios profesionales en el campo de la medicina en la “Nueva España”…”.
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“Fachada de la Iglesia de Jesús Nazareno”. Cabe resaltar que el recinto desde su creación hasta la fecha continua vigente como Hospital con casi 500 años de existencia; participando para su construcción y posterior mantenimiento los mejores arquitectos de la entonces “Nueva España”.
La Iglesia y el Hospital permanecieron intactos hasta que en 1934 por la ampliación de la “Avenida 20 de Noviembre”, el “Patronato del Hospital” levantó en su lugar un edificio de cinco pisos desapareciendo, casi en su totalidad la “Construcción Colonial”. Al observar su interior tras unas rejas de la “Época”, se pueden apreciar los patios y el edificio antiguo.
El “Tour Cultural de Turibus” es una buena opción para, a través de sus guías, recibir una amplia explicación sobre “El Hospital de Jesús”.
Después de visitar “El Hospital de Jesús” y “Gastando Zapatos” encontraremos más zapaterías hasta llegar al “Metro Pino Suárez” donde inicia la Calzada.
Ahhh, …una gran peculiaridad es “…”El Pasaje Zócalo-Pino Suárez”, llamado también “Un paseo por los libros”: “…”andador subterráneo” que conecta las estaciones adyacentes de “Zócalo” y “Pino Suárez” en el que se encuentran librerías, un pequeño auditorio y un área destinada a exposiciones artísticas temporales, contando con varios accesos a lo largo de la “Avenida Pino Suárez”. Es el único pasaje en toda la red del Metro que conecta a dos estaciones no consideradas de “Correspondencia”, al estilo Toronto o Montreal.
¡Resulta toda una interesante experiencia recorrer la “Calle de Pino Suárez” por arriba entre edificios y/o por abajo entre libros!.
“…es como ir por las venas de la ciudad bajo tierra, recorriendo sus entrañas”.
“Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro”
Emily Dickinson
Por todo lo anterior no hay que perderse la emoción de seguir “Gastando Zapatos” en el “Centro Histórico de la Ciudad de México”.