Así me saludaba mi querido amigo Filiberto Rodríguez Guajardo las veces que nos comunicábamos:
“Luisss aquí sigo,
otros ya no están”.
…Hasta que el sábado
(29 de febrero, 2020/
“año bisiesto”)
penosamente nos enteramos de su fallecimiento
a través de Tere, su inseparable esposa por más de 50 años.
Esa frase que siempre había tomado a guasa hoy la sentí como una descarga eléctrica de emociones directas al corazón.
Regiomontano de “pura cepa” Fili llegó al Puerto de Veracruz en el año 1985
(ya he comentado sobre él y nuestra amistad en otros escritos).
Lo conocí cuando estuve a cargo del “Turismo del Estado de Veracruz” y desde el primer día hicimos i “click” ! .
Me invitó a su hotel “Costa Sol” a disfrutar la
“rica gastronomía boqueña”
pero sobretodo a ofrecerme su total apoyo en la responsabilidad que acababa de asumir.
Me platicó cómo había adquirido “el Hotel”:
-“Viajamos Tere y yo a Veracruz y nos hospedamos en el
“Costa Sol”. A la mañana siguiente que se despertó Tere, me buscó y me encontró sentado en la acera de frente al “Hotel” y le dije:
-“Sabes Tere este “Hotel” va a ser nuestro.”
Tere cansada aún por el viaje y con el hijo más pequeño en brazos contestó:
-“Estás bien loco”.
-“Si estoy loco le dije, pero también estoy loco por ti”
Al año siguiente en septiembre 1986 compró el “El Costa Sol”.
Decretó y consiguió su cometido: luchador incansable, voluntarioso, visionario, emprendedor, perseverante,
i APASIONADO DE “LOS RAYADOS” !.
Luego de haberse encargado del negocio de albercas de su padre, se estaba dedicando a la fabricación de atracciones y toboganes para las mismas.
Ya como propietario del “Costa Sol”, cuando nuestro hijo mayor tenía 11 años y medio me comentó:
tráeme a tu hijo para que trabaje en el “Hotel” y aprenda los oficios.
Eran “vacaciones de verano”
lo llevamos y dejamos de domingo a domingo.
Lo trataban (Tere y Fili) como a otro más de su familia. Cuando estaban sus hijos (principalmente Jorge el menor) compartía cuarto con ellos.
Al ir por él afirmó:
– “i Este huerco va a salir bueno” !
En adelante regresaba en “vacaciones escolares”.
Estuvo en todas “las áreas públicas del “Hotel”:
el lobby (“botones”), salones, estacionamientos, bar, restaurante (“cocinero” y “mesero”), jardines, pasillos, áreas de piscina (“limpieza” y “mantenimiento”).
Recepción y oficina realizando funciones tales como
“atención a huéspedes”.
Transcurrieron algunos años
para que también le tocara el turno de “foguearse” a DiegoAlonso. Él entre otras faenas estaría, algunas veces, amenizando con su “teclado” en el “Lobby” del “Hotel”.
Una excelente formación laboral para ellos de parte de nuestros amigos Tere y Fili a quienes reiteramos:
“Muchas gracias por la huella que dejaron en el aprendizaje de nuestros hijos.
Muchas gracias por sus cuidados.
Muchas gracias por ser parte de la vida de ellos.
Muchas gracias por su tiempo.”
¡ Muchas gracias por todo !
Al cabo de los años conversando en un restaurante de la CDMX, sabiendo que en ese momento mi situación económica no era boyante, me ofreció su apoyo mientras se normalizaba esa etapa. Siempre con la sincera disposición de un gran amigo.
Incontables oportunidades convivimos los dos matrimonios; entonces Fili siempre tenía la broma pícara para hacernos reír y reír a carcajadas.
En un viaje de
“promoción turística del Estado”, en Monterrey, N.L. accidentalmente me tropecé y caí lastimándome. Fili, que estaba conmigo, inmediatamente me llevó a una clínica a que me “atendieran”, siempre servicial. Recuerdo otra ocasión, también en la “Sultana del Norte”, que pasó Fili por mí al hotel donde me hospedaba
(iba a impartir una conferencia en
“La Universidad Regiomontana”).
antes se detuvo en una carnicería, y ya con la carne y tortillas de harina llegamos a su casa donde Tere había preparado salsas, aguacate y listas las cebollas para asar. Ahí conocí y saboreé “las agujas norteñas” y
(sin tantos “mitos”)
Fili me enseñó “como asar la carne” (en un muy buen asador que tenían para esos menesteres).
Otra vez en “viaje de promoción” en la ciudad de Houston, Tx.
departimos en una reunión que organizó mi amiga y su paisana Lupina, en casa de ella.
(Fili conoció al papá de Lupina).
Aunque de muy fuerte carácter Filiberto fue muy afectuoso conmigo. Tantos e imborrables recuerdos, amigo solidario e incondicional.
Además de todo el cariño y apoyo que, como mencioné, nos brindaron Tere y él a la familia RosVelarde.
Descanse en paz mi gran y querido amigo :
FILIBERTO RODRÍGUEZ GUAJARDO.
En 23 días, este 2020,
tengo tristemente “en mi haber”
tres irreparables pérdidas.
“No tenemos la vida asegurada, hoy estamos en este mundo y más tarde podemos estar partiendo hacia los brazos de Nuestro Creador…”
*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.