Domingo en Venecia y amanece muy tranquila. Una acertada recomendación más de Mariano fue que “Gastáramos Zapatos” por Venecia al amanecer, disfrutar del paisaje único por las legendarias calles vacías, sus góndolas atracadas en cualquier punto danzando al ritmo del oleaje.

¡Todo un espectáculo “La Plaza de San Marcos” sin sillas, sin gente, sus palomas durmiendo y unos barrenderos limpiando el suelo!

“…Esta preciosa “Plaza” que embelesa al visitante con su diseño, cautivó al mismísimo Napoleón que la definió como «El Salón más Bello de Europa». La Basílica que aquí se encuentra es un auténtico prodigio de la arquitectura bizantina. En frente, se alza el famoso “campanille”, símbolo inequívoco de la Ciudad que actúa como campanario de “El Templo”…”

¡A esa hora estaba iluminada por una luz extraordinaria que espero las fotos la puedan transmitir!

En el trayecto nos encontramos una que otra pequeña cafetería dando servicio, mientras se le escapaba el atractivo aroma a café italiano recién hecho (mmmm, como para tomarnos un “expreso”).

Con maletas en mano e imprimiéndole velocidad cruzamos “San Marcos” hasta la orilla del embarcadero donde se colocan los vendedores de “souvenirs”/“recuerdos”.

¡No había ni un alma!

Y a tomar “el vaporetto” pero ahora con rumbo al Aeropuerto, pasando por varios puntos como Lido y el reconocido “Murano”, lugar donde Dolores estuvo en 1978 por solicitud expresa de su querido tío Gonzalo, quien en México se dedicó por varios años al negocio del cristal (“Lunas Velarde”) del cual no sólo sabía si no le tenía un gran apego y dedicación, por lo que deseaba que ella visitara principalmente los afamados “talleres de vidrio soplado”.

“…Murano es una de las Islas más grandes de la laguna veneciana. Un pequeño gran tesoro que cuenta con una importantísima tradición de producción de cristal. El cristal de Murano y sus fábricas de vidrio son mundialmente conocidas; de hecho aunque uno de sus principales atractivos es conocer la impresionante técnica de vidrio soplado, también es historia, arte, cultura, naturaleza, deporte. Es una Isla que vive…”

Resaltaría lo que algunos agobiados residentes de Venecia desde hace varios años a la fecha, les piden principalmente a los turistas:
-¡¡¡“No vengan más”!!!

“Venecia es otra de las poblaciones como Barcelona (a quién recientemente le dediqué un escrito alusivo a este tema) que nos enseña que la ciudades pueden “morir de turismo”.

¡El gran éxito turístico de ambas ciudades sofocan al mismo visitante y sobre todo, como relaté, a los locales!

“Venecia se queda sin venecianos”

Abundan los inmigrantes de cualquier parte del mundo (documentados o indocumentados) ganándose la vida, por lo que no es fácil encontrar oriundos del lugar; muchos de ellos ante tal situación se han visto obligados a mudarse a otras ciudades o países…

El turismo a Venecia alcanzó, un pico de 25 millones de visitantes individuales en 2019. En tanto, la ciudad de 50.000 habitantes perdía alrededor de 1.000 habitantes cada año.

“Venecia está tan turistificada que pretenden convertirla en un “Parque Temático” …no es la primera vez que esta medida sale a la luz”.

“…Hace pocos años Venecia se salvó de ser catalogada por la UNESCO como “Patrimonio en Peligro” debido al impacto del turismo masivo y el cambio climático, luego de que las autoridades italianas anunciaron la prohibición de entrar en el centro histórico para los grandes cruceros…”

Con todo y lo anteriormente expuesto “Venecia (“Venezia” en italiano) en verano, en invierno, en primavera, en otoño, con “Carnaval”, sin él, inundada, con frío o con calor, siempre Venecia es una de las ciudades más hermosas del mundo no comparable con ninguna otra, es una ciudad de agua con arte en cada uno de sus rincones. Venecia nunca deja indiferente y no he conocido a nadie que no termine “Gastando Zapatos” y enamorándose de ella…”

¡Sin más!
¡Venecia es una Joya!
“Venecia es la ciudad en la que el agua y la tierra no se encuentran, sino que se abrazan”.