Dicen los “Consultores”/“Asesores”:
“Go back to basics”
«Volver a lo elemental”
Yo diría:
“Se repite la historia”
(“..cuando se refiere a un acto que se reproduce después de largo periodo de tiempo…”)
-Recuerdo de niño
(he comentado sobre ello)
aquellos carros de sonido que pasaban con su “perifoneo”
(equipo de altavoces o cornetas instaladas sobre el vehículo para ir recorriendo los lugares mientras se emitía el mensaje)
anunciando ya fuera:
“la cartelera del cine”,
“la llegada de un circo” o de cualquier espectáculo que se presentara en la Ciudad, así como el fallecimiento, sepultura o “novenario” de algún vecino conocido.
(esta costumbre aún prevalece en los pueblos y rancherías).
-“El afilador” o “amolador“
(“… va sobre su bici recorriendo las calles y afilando cuchillos. En la parte de atrás de su transporte lleva un esmeril de piedra en forma de rueda, que al girar roza con los cuchillos y los afila en una lluvia de chispas.
“Su chiflido” sube y baja a través de su “mini flauta”…”
-El sonido del cántaro del lechero con su habitual:
“¡La lecheee!”
-“Los globeros”
“…casi siempre están públicos, junto a los helados o los reguiletes. Se distinguen por el sonido que hacen con un pequeño “silbato” para ofrecer decenas de globos de toda clase…”
-“Las campanillas del carrito de los helados”.
-El grito del “voceador”
“… “¡Extra, extra!” Un eco lejano.
Además de “cantar las noticias” por las calles…”
-Vendedores de plátanos y camotes:
El singular “silbido” que se escucha a lo lejos acompañado de su característico “estruendo” anuncian la aproximación de una máquina de vapor, un carrito que maneja una persona…”
“Los vendedores de pregones y canastas se han transformado en vendedores sobre ruedas y “altavoz”.
Ya no gritan frases pintorescas simplemente
ponen su “caset“ de canciones gruperas a “todo volumen”, todo el día, para “atronar” al vecindario con sus ofertas, que a su vez se pretenden mercadotécnicas. ¿Han desaparecido del todo
el Marchantito y
él se mercan chichicuilotitos tiernos?…”
El ‘2020
(y lo que va del año del ‘2021)
trajeron consigo
“La Pandemia Mundial del “Coronavirus” (“COVID19”)
(a excepción de unos cuantos)
el resto del mundo hubo de estar en sus casas confinados/“guardados”.
¡Ahhh pero con el desastre económico de comercialización
regresaron “las bocinas de alto poder” a recorrer las calles de la Ciudad proliferando “el ruido”
(“Decibeles:
“unidades utilizadas para medir la potencia del sonido”
por doquier”)
en las colonias, fraccionamientos y zonas habitacionales, transitando por todos lados!:
-Camiones ofreciendo helados (o sus vendedores con campanillas “tocando de puerta en puerta”, con los desgañitados “ladridos” de los múltiples perros con los que se encuentran).
-El comprador con su “amplificador” anunciando:
“fierro viejo”, “colchones”, “estufas”, “refrigeradores” y todo lo de ese metal que se quiera vender.
(“el ropavejero” moderno Ja!)
-Los “ricos tamales oaxaqueños”
(mínimo dos veces al día)
-“Los doblemente agudos campanazos”
avisando que pasará y posteriormente llegará:
“El Camión de la basura”.
-“El silbato del velador”
(todas las madrugadas)
-El incremento del nuevo servicio de “motocicletas a domicilio”
(aunado al “ya conocido” de “entregas en menos de 30 minutos”)
a toda velocidad y con su “claxon” repartiendo comida o cualquier tipo de mercancía”
-“La corneta de los esquites y elotes”.
-“el Gassss” anunciándose a través de una “guapachosa melodía”.
“…Se puede asegurar que todas estas actividades rompen el equilibrio natural y provocan estrés. Hoy en día, el ruido es una de las principales fuentes de contaminación en las grandes y pequeñas urbes…”
Aquí no queda aquella frase de “Les Luthiers”
“Todo tiempo pasado fue anterior”,
Hoy es un escándalo por doquier, ya que pesar de las restricciones “por la Pandemia” se sabía de vecinos que no dejaron de tener “guateques de fin de semana” amenizados por “estentórea música”.
Incluso algunos,
sin importar la prohibición,
“celebraban en grande”
de viernes a madrugada del lunes.
Modernidad?
Necesidad ?
Identidad ?
Simplicidad ?
Rebeldía?
Lo que está claro es que la modernidad ha marcado una diferencia entre:
¡”Los pregoneros ayer y hoy”
…¡ahí viene el de los tamales calientitos!
“Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”
Camille Sée